martes, 9 de septiembre de 2008

SEGURIDAD Y URBANISMO

Una de ladrones y las torres

Hoy vemos que los niveles de inseguridad con relación los años 2003/4 han aumentado pero vemos que determinadas metodologías y tipos de robo o hurto se concentran en determinados barrios de la ciudad.

El ingreso a viviendas con el móvil de robo o hurto se ha acentuado en barrios como Floresta y Flores entre otros, pero llama la atención porque la lógica sería que este tipo de delito se de en barrios cuya características sea de un alto poder adquisitivo o de un nivel de confort superior a estos.

Son muchos los factores que pueden provocar esta situación desde la falta de personal de seguridad en la vía pública, la imposibilidad de contar con seguridad privada por parte de los vecinos, un entorno propicio para este tipo de delito calles oscuras y falta de poda, etc.
Normalmente siempre que acontece estas tipos de situaciones se realizan análisis desde el punto de vista del presente y pasado y quedando estos en una fría estadística, pero nunca desde el punto de vista de “hacia el futuro”, si esa realidad de hoy provoca cambios en los próximos tiempos.

Analicemos la situación de robos que viene aconteciendo en la Calle Bacacay y su entorno inmediato desde las características urbanas y edilicias de las viviendas.
Todas las viviendas que han sido robadas son unifamiliar es decir de una familia por terreno, se encuentran en una zonificación C3 o R2a, zonificación estas de un alto valor en el FOT (que establece la superficie total máxima a construir), son en su mayoría terrenos de mitad de cuadra, de frente de 10 m o más, es decir de gran superficie que esto permite obtener una elevada cantidad de metros cuadrados a construir. Sus dueños luego de la situación vivida colocan la vivienda en venta, que debido a la situación de falta de seguridad las mismas pierden valor, ante esta situación la venta se produce en forma rápida, pero la sorpresa aparece a posterior de la venta en la zona a partir de la calle San Nicolás hacia el barrio de Flores, la instalación o construcción de depósitos y/o fábricas textiles, en una gran mayoría clandestinas que provocan además de un cambio sustancial en las características del barrio y de un alto consumo energético que provocan los constantes cortes de electricidad y en la zona restante la aparición de edificios de más de 9 pisos poniendo en jaque no solo la provisión de energía sino también en la provisión de Agua elemento que hoy con el actual perfil del barrio escasea en horas de la tarde obligando a los vecinos a colocar tanques de bombeo para elevar el agua.

Como se puede apreciar, es llamativa esta situación, algunos dirán hasta que es hasta una forma rebuscada de pensar, pero luego de la década de los 90 donde el pensamiento de Maquiavelo (El fin justifica los medios) se instauró en nuestra sociedad, no es de sorprender que la transformación de nuestros barrios realizada por el mercado y no por la Ciudad (por falta de capacidad, distraídos, etc) tenga algo de esto.

Arq. Gabriel De Bella

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